lunes, 13 de junio de 2011

aprender a detectar pensamientos negativos sobre patrones de alimentación

cuando se habla de nutrición, inmediatamente  se piensa en comer sano, bajar de peso y hacer ejercicios para mantenernos “en línea”, además de la importancia que todo lo anterior tiene, debemos preocuparnos por las cosas que nos decimos a nosotros mismos que nos impiden tener patrones alimenticios saludables.
Cuando se habla de trastornos alimenticios no solo se refiere a hábitos alimentarios inadecuados o excesivos deseos por adelgazar, se refiere a aspectos como desequilibrios emocionales, problemas  de personalidad, distorsiones de percepción, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, hostilidad, entre otros aspectos que forman el trastorno alimenticio como tal.
Una forma de detectar que tan distorsionada está nuestra imagen corporal es detectar que es lo que nos decimos a nosotros mismos. Detectar pensamientos que impiden tener control sobre patrones alimenticios destructivos.  Hay varios ejemplos que frases que pueden identificar nuestros patrones de pensamiento:
  1. “Los demás son más fuertes que yo y pueden parar , pero yo no puedo, pobre de mí”
  2. “Si no me he superado hasta ahorita, significa que no me voy a superar nunca”
  3. “Merezco que las cosas sean fáciles, merezco dejar de comer en exceso sin esfuerzo alguno”
  4. “No es solo desagradable que me controlen la comida, es insoportable y no lo puedo aguantar”
  5. “ Va a ser más fácil empezar mañana”
  6. “No me siento con ganas de detenerme, y uno no debe hacer nada que no siente ganas de hacer”
  7. “Así nací, comiendo en exceso, es parte de mi naturaleza”
  8. “Necesito gratificación inmediata”
  9. “La vida es aburrida sin mis comidas favoritas de altas calorías, por lo que debo seguirlas comiendo”
  10. “Si no como me siento ansioso, y no puedo soportar sentirme así”
  11. “ Debe de existir una forma mágica y mucho más fácil de perder peso, entonces voy a esperar a que aparezca”
  12. “ Yo sé que hay gente que cambia, por lo que yo podría, pero  podía cuando era más joven, ahora estoy muy viejo para cambiar”
  13. “ No es justo que tenga que renunciar a lo único que me gusta”
  14. “No soporto a la gente que me dice que debería de bajar de peso”
  15. “ Mi peso no debería de importarle a nadie más que a mí”
  16. “ Si quieren que haga dieta, no coman nada de lo que no puedo comer enfrente mío”
  17. “ ¿Para qué voy a dejar de comer?, podría morirme mañana
  18. “ Si pienso en dejar de comer, me voy a molestar tanto que voy a tener que comer mas”
  19. “Debo ser demasiado delgada para ser feliz y exitosa”
  20. “Ser gordo es horrible”
  21. “ Las personas me van a querer más si soy delgado”
  22. “Si no como, tengo control total”
  23. “Si me como todo, no voy a poder parar, por eso mejor no como del todo”

Todos estos pensamientos erróneos, generan un sistema de creencias distorsionado sobre lo que es la conducta alimentaria y esto mantiene los síntomas presentes. Además de esos pensamientos, creer que tomar mucha agua, comer carbohidratos o usar cierto tipo de ropa implica un aumento de peso lleva a las personas a buscar información referente a contenidos calóricos, dietas o estrategias de adelgazar que muchas veces no son las más adecuadas.
Ofrecer una correcta información nutricional, mantener una dieta balanceada e información sobre consecuencias negativas de muchas prácticas se convierte en objetivos fundamentales del tratamiento de cualquier trastorno alimenticio.

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