lunes, 13 de junio de 2011

Trastorno del Atracón




¿Siente usted que a veces no puede parar de comer, o que luego de recibir una mala noticia se encuentra comiendo una bolsa de papas fritas o un galón de helados?  O quizás trata de hacer dieta estricta todos los lunes, tan solo para encontrarse muerto de hambre unas horas después y libre de aquella voluntad que sentía tan fuerte al inicio del día.  Si la respuesta es afirmativa, usted podría estar comiendo compulsivamente, y tener un desorden denominado trastorno del atracón, “binge eating” o ser etiquetado como comedor compulsivo.  Si esto le ocurre, no se preocupe que usted no está solo: alrededor del 50% de las personas que tienen sobrepeso padecen además de este trastorno. Un estudio publicado en Biological Psychiatry, y que toma los datos de casi 3000 encuestados mostró que el trastorno del atracón ocurre en alrededor del 3,5% de la población, casi el doble de la prevalencia de Anorexia Nervosa o Bulimia Nervosa. 
El trastorno del atracón es un desorden descrito en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV), en cuyo documento es clasificado como un trastorno de la conducta alimentaria no especificado.  Se caracteriza por:
  1. Períodos de atracón, en los que la persona consume gran cantidad de alimentos de manera rápida y frecuentemente a escondidas, muchas veces sin disfrutarla.  Estos deben ocurrir al menos 2 veces por semana, durante seis meses.
  2. Sensación de pérdida de control, por lo que es muy difícil parar de comer.
  3. Los episodios de atracón, además, se asocian a tres o más de los siguientes síntomas:
  • Ingesta mucho más rápida de lo normal.
  • Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
  • Ingesta de grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre.
  • Comer a solas para esconder su voracidad.
  • Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión, o gran culpabilidad después del atracón.
Además de los síntomas anteriores, las personas que experimentan el trastorno del atracón comúnmente sienten un profundo malestar al recordar los atracones, así como culpa y baja autoestima. 
En términos de la alimentación, el comedor compulsivo pasa de dieta en dieta, casi siempre escogiendo aquellas que son bastante estrictas y que etiquetan como prohibidas a una gran variedad de alimentos.  Al ser tan estrictas, las personas logran seguirlas por un período corto de tiempo (a veces solo unas horas) y como rebote se consumen grandes cantidades de aquellas comidas indeseables o prohibidas.  Entre las comidas prohibidas frecuentemente se encuentran: los dulces, las harinas, las comidas fritas y las comidas rápidas.  
Afortunadamente, la terapia nutricional, acompañada de terapia psicológica y técnicas de manejo del estrés, pueden ayudarle al comedor compulsivo a recuperar la paz con la comida y su cuerpo.  Algunos consejos que le pueden ayudar a superar este trastorno son los siguientes:
  • Acostúmbrese a comer cada 3 horas, incluyendo una merienda pequeña entre cada comida principal.  De esta manera, su cuerpo sentirá energía constante y no terminará hartándose al final del día.
  • Lleve un diario donde apunta todo lo que come y la emoción asociada a cada comida, de tal manera que identifique aquellas situaciones, personas y/o emociones que lo llevan a comer descontroladamente.
  • No se prohíba ningún alimento.  La prohibición aumenta el deseo,  por lo que usted debe tratar de comer pequeñas cantidades de la comida temida.  Si al principio siente que no puede parar de comer de un alimento dado, déjelo de consumir por un tiempo e intente nuevamente más adelante.
  • Consuma carbohidratos y proteínas en cada comida, con lo que tendrá un mejor ánimo, más energía y evitará los antojos. 
  • Evite las bebidas con cafeína, tales como el café, té, gaseosas oscuras y bebidas energéticas, ya que éstas le dan una sensación de falsa hambre, le dan más antojos, lo deshidratan y evitan la absorción de ciertos nutrientes como calcio y hierro.
  • Practique alguna técnica de manejo del estrés, tal como Biofeedback o  Neurofeedback, con lo cual podrá enseñar a su cuerpo a relajarse y a responder de una manera más asertiva al estrés y las situaciones irritantes.
  • Practique ejercicio regular, para mejorar su ánimo, controlar sus antojos y tener su energía al máximo nivel.
Ante todo recuerde que si usted come compulsivamente, esto no ocurrió de la noche a la mañana, y por ende usted requerirá suficiente tiempo para poder sanarse completamente.  Además, es importante que busque ayuda profesional calificada para ayudarle durante el proceso y así mejorar las posibilidades de recuperarse para siempre
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