martes, 17 de mayo de 2011

Yoga y el “síndrome metabólico”


Hay una serie de enfermedades relacionadas entre sí –obesidad abdominal, colesterol alto, presión alta, triglicéridos altos, resistencia a la insulina, todas relacionadas al metabolismo. Si una persona tiene 3 o más de estas, se considera que tienen el “síndrome metabólico”.
La suma de estos síntomas es peor que cada una por separado. Como si fueran miembros de un grupo disfuncional –todos los componentes del síndrome se alimentan uno del otro y destruyen en conjunto la salud del cuerpo. Y el síndrome promueve la aparición de 3 de las peores enfermedades del siglo XXI: enfermedades cardiacas, derrames y diabetes.
Función de la insulina:
Cuando el estómago recibe los alimentos, el páncreas secreta insulina al torrente sanguíneo para promover que las células conviertan la glucosa de los alimentos en energía. Este procedimiento se debilita en personas que tienen sobrepeso; el tejido graso, especialmente el que se acumula alrededor del abdomen, disminuye la sensibilidad a la insulina. Como esta no se utiliza eficientemente, el cuerpo demandada más de lo que el páncreas puede producir. El páncreas se agota, y al no haber suficiente insulina para regular el azúcar en la sangre, esta aumenta y se acumula en la sangre. Esto promueve resistencia a la insulina y se conoce como “pre-diabetes” la condición en que los niveles de azúcar en la sangre supera los niveles normales. (U.S.A. 50% de la población adulta). La mayoría de las personas con esta condición pre-diabética desarrollan diabetes en los siguientes 10 años.
Sin embargo, se ha demostrado que con solo perder un poco de peso, 7% del peso corporal, se puede prevenir las consecuencias de la enfermedad.
A través de varios estudios (más de 70) realizados en la India, se evidenció que con la práctica del Yoga se aumentó la sensibilidad de la insulina y disminuyó el nivel de colesterol un 19 y 25% respectivamente. Al mismo tiempo, se redujo el peso de los practicantes hasta un 13.6%. Estos resultados se deben a que a través de la práctica se reduce considerablemente los niveles de estrés y se equilibra el sistema nervioso. Por lo tanto, no es necesariamente una práctica fuerte, activa y enérgica la que ayuda en este caso, sino más bien una más calmada y restaurativa que logre bajar los niveles de estrés y por lo tanto, reducir la acumulación de grasa en la zona del abdomen. Aunque en muchos casos, una clase fuerte y activa también cumple con los mismos objetivos: reducir el estrés a través de la purificación y relajación, al mismo tiempo que se queman calorías y por ende, se reduce el peso corporal.
En todo caso, lo primordial es obtener los beneficios a través de la práctica del Yoga, y no buscar la “relajación y eliminación de estrés” “echándonos” frente a la televisión. Eso no es descanso; eso es aburrición.
Sin embargo, los estudios demostraron que el tratamiento más efectivo para relajar y restaurar es la meditación. Pero ya que esta práctica es difícil para la mayoría de las personas, Yoga es la siguiente mejor opción.
Posturas restaurativas:
  • Rotación apoyada
  • Viparita Karari (paredl)
  • Balasana con apoyo

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